Coincidiendo con los últimos días de cada año suele ser también el momento de las valoraciones y aquí no queremos perder esa costumbre.
Para la Sociedad
Deportiva Eibar, este 2013 que agoniza ha sido memorable en todos los sentidos.
El equipo comenzó el nuevo año plantando cara a todo un cuartofinalista de la
Champions League como el Málaga en la Copa del Rey. Los azulgrana tuvieron la
oportunidad de lucirse ante un público mucho más numeroso y cosmopolita que el
que tienen normalmente y se ganaron por méritos propios la etiqueta de
revelación de dicho torneo. Recuerden que poco antes, eliminaron contra pronóstico
al Athletic Club de Bilbao en el que fue el último partido de la competición
del KO disputado sobre el césped del viejo San Mamés.
Sin embargo, tanta copa
trajo consigo una dura resaca en la liga. Siempre se ha dicho que los excesos
no son nada buenos. Jugar dos encuentros semanales acaba pasando factura y más
a una plantilla que no está acostumbrada a hacerlo. El invierno fue demasiado largo
y a punto estuvo de estropear el gran inicio de temporada que habían
completado. Una mala racha de resultados les alejó del liderato. Incluso
coquetearon con salir de los puestos de promoción. Además, el mal estado del
verde de Ipurua suponía otro quebradero de cabeza en el seno del club. Sin
lugar a duda, vivieron momentos muy difíciles y delicados.
No obstante, la llegada
de la primavera hizo florecer al conjunto armero. Volvieron a reengancharse a
las posiciones cabeceras y lucharon por
la primera plaza hasta el final. No pudieron completar la remontada, pero las
sensaciones parecían idóneas para afrontar el play off de ascenso. Y así quedó
demostrado. Impulsados por esa inercia positiva que tanto influye, los hombres
de Gaizka Garitano salieron disparados hacia Segunda División, una categoría
que jamás debieron abandonar.
Una vez certificado el
regreso al fútbol profesional, la entidad se puso manos a la obra con el
objetivo de afianzarse lo antes posible. A pesar de que la base se mantuvo, al
igual que otras muchas veces, hubo que improvisar pues, casi sin tiempo para llevar
a cabo la planificación, debido al inminente inicio liguero, arrancaba una
nueva e ilusionante etapa.
Les costó adaptarse
aunque ahora el Eibar goza de una situación privilegiada. Con 31 puntos en su
casillero en tan sólo 19 jornadas, va camino de asegurar el objetivo principal,
que es la permanencia. Desde ahí, a soñar. Que hasta nueva orden sigue siendo gratis.
ConversionConversion EmoticonEmoticon